A Épica Gaes Atacama 2016 é uma competição de mountain bike em estágios que atravessa o deserto mais árido do mundo. Em seis dias de prova, a Épica leva os participantes da Cordilheira dos Andes até a costa do Pacífico, aproximando os bikes aos antigos territórios dominados pelos Incas, atravessando povoados de mineiros e cruzando de leste a oeste um deserto de grandes contrastes.
Leia abaixo o relato exclusivo para o Adventuremag (em espanhol) da atleta Viviana Sáez e as belas imagens da nativoprod.com
Si llegamos a pensar que bondades nos ofrece una competencia que se distribuye en 6 días, con un acumulado de 500 km y altimetría sobre 7000 metros de ascenso, yo creo que nadie lo puede describir desde afuera.
Comienza un viaje a la ciudad de Copiapó donde iniciaba la logística de una de las carreras más crudas en el desierto. Viendo alrededor más españoles que chilenos, dejando claro que no era una simple competencia y que había corredores con trayectoria de nivel europeo o con experiencia en carreras por etapas.
Día 1, Copiapó – inca de oro, etapa que nadie esperaba, con un kilometraje de 114 km, en ruta se estiman 4 horas aproximadamente, pero nadie estaba preparado para duplicar ese tiempo y comenzar a evaluar a momentos que estábamos haciendo en aquel lugar, solos donde la mente inicia su esfuerzo de supervivencia más que de competencia. Objetivo final llegar al campamento pasando por todo tipo de terrenos, siento los tramos en arena los más duros. Al llegar al campamento se logra dimensionar lo rudo que fue, ya que muchos competidores no finalizaron la prueba, estimando que el 50% solo llegó a meta.
La idea es recargar energías porque el cuerpo sabe que está en modo carrera, ante todo directo al almuerzo que por las horas de carrera, ya era hora cerca de las 6 pm, saltando todo tipo de orden de comidas. Luego de esto comenzar con el tema duchas en un campamento ubicado en medio de la nada a unos kilómetros de inca de oro (pequeña localidad).
Llega la noche a descansar que al día siguiente se viene una nueva etapa, un “poco” menos dura.
Día 2, Inca de Oro – Inca de Oro, largada 10:30 am, todos despiertos desde las 7 am para su desayuno, preparar bicicletas que de a poco sufren la dureza del desierto, cadenas llenas de arena, secas, había que hacer maravillas con lo que se tenía y haciendo alianzas con el campamento que ya a esa altura pasa a ser una mini familia por una semana. Mujeres con más experiencia en las carreras por etapas, con sus cremas mágicas para poder resistir las horas de sillín. Todos utilizando nuevas técnicas como doble calza, cremas, vaselina, inclinar el asiento entre otras.
Nos vamos a los 86 km con partida en arena y llegada en arena, que a esa altura ya era algo bastante normal. Claramente una etapa más rodadora que la anterior si llegando a una hora de “almuerzo” cerca de las 16 pm.
Día 3, Inca de Oro – Medanoso, tercer día ya comienza una lucha interna pero el cuerpo resiste, se vienen 80 km con tramos de arena mucho más largos, etapa dura donde la navegación ya es parte de juego, avanzar conociendo el terreno y buscar lo más firme posible en medida de lo posible, subidas en arena que es difícil hasta caminar con la bicicleta a cuestas. Levantar la cabeza y ver a compañeros por adelante y atrás en un peregrinar eterno, más te motiva al ver que están ahí, luchando contigo en la misma causa, solo el hecho de avanzar. El cuerpo ya tolera 6 horas de carrera así que firme llegando al famoso medanoso, una duna imponente donde el campamento estaba a sus pies, donde todo esfuerzo se paga al ver la imagen de esa duna en la noche, bajo ese cielo únicamente estrellado.
La rutina estaba clara, solo descansar para el siguiente día. Pero había que darse el tiempo a media noche de apreciar que cielo inmenso te cubre y la vista desde el medio de la nada lo hacía mucho más bello. Esa etapa es clásica en el Dakar, ya estaba en la memoria de ser una etapa difícil pero hacerlo en bicicleta ya es un desafío único en su especie.
Día 4, Medanoso – Mina San José, ya nos vamos acercando a la civilización al saber que llegaremos a la mina de los 33 mineros rescatados, historia chilena que nos conmovió a todos. Otra etapa que no se olvida, atravesar una duna gigante, hermosa sin duda pero caminando con la bicicleta al lado, con muchos kilómetros de competencia fue durísimo, con el combustible justo en el cuerpo. Era una etapa larga mentalmente y el calor ya causaba más estragos con la deshidratación, cansancio, horas, viento.
Otro día de navegación con mayor experticia que el día anterior, viendo solo la señal que se encontraba a kilómetros, fue una etapa difícil por su extensión en pampas donde la visibilidad era más limitada, la señalización era pequeña en esa inmensidad así que lo hizo mucho más completo por el desgaste mental. Ya en meta sufriendo mucho más que días anteriores por los kilómetros acumulados, tuve opción de conversar con uno de los mineros, quien me dejo claro el concepto de “nunca perder las esperanzas”, él era casi e último que tras 70 días no perdió la ilusión de que fueran rescatados tal como sucedió, muchos compañeros les decían que estaba loco, pero él nunca dejo de creer; como nosotros sobre la bicicleta, muchos nos dirán locos pero nunca dejaremos de luchar; de encontrar esa satisfacción tan personal que sólo quienes están dentro pueden compartir.
Sin bastar con ese golpe de motivación llega a meta el penúltimo corredor quien es un personaje de la zona, fanático de la bicicleta, de escasos recursos, teniendo el equipamiento mínimo, donde amigos no creían que sería capaz de correr una carrera así, pero la fuerza mental fue tan grande que lucho contra todos quienes dijeron detente. Digno de admiración y más motivación a los días que quedaban.
Día 5, Bahía Inglesa – Bahía Inglesa, ya vamos en la recta final con 350 km en el cuerpo, se une el grupo que correría solo 2 días, mucha más gente pero se conserva la familia que se ha construido a lo largo de los días. 110 km nos esperan más rápidos donde la competencia sigue en pie, cada día con un paso más firme, donde el cuerpo reconoce el esfuerzo de los días anteriores y sigue resistiendo. Al ser una etapa más fácil de terreno y altimetría, fue muy rápida, ya armando estrategias de carrera, grupos para trabajar juntos y llegar a meta lo más rápido posible. Generando amistades que son la simpatía de todos esto hubiese sido más rudo.
Día 6, bahía inglesa – Bahía Inglesa, ultimo día, 45 km fuertes dándolo todo, muchos nos miraban y cuestionaban de como teníamos aun energía, la respuesta es que ya queda una sola etapa y hay que terminarla lo antes posible, el cuerpo ha resistido de todo, solo queda pedalear, poco kilometraje y muy rápido, bajo 2 horas de competencia, en un terreno mucho más pedaleable.
Pero esta etapa nos enseña que nunca hay que subestimar la fuerza de terrenos nuevos, muchos amigos tuvieron caídas en la "bichufita", que días antes un corredor de la zona nos comenta, cuando cae por la mañana un poco de brisa, se transforma en jabón. Justo esa largada fue así, de clima más frio pero gotitas de agua donde el terreno se volvió el enemigo, caídas muy duras, con quemaduras dolorosas, pero ya es la última etapa por suerte. Kilómetros finales con una crono donde ya era derramar la única energía que quedaba, con todo como se dice en el ciclismo.
En meta ya es solo celebración, todos victoriosos de terminar tan dura hazaña, inimaginable por muchos, solo están en carrera se logra dimensionar lo rudo, crudo, frio del desierto más árido del mundo, donde la motivación llegaba de los pares y equipo de soporte en ruta. Aprendimos a correr varios días sin morir en el intento, evaluando el tema hidratación, electrolitos, comida, ropa, fuerza administrada en cada etapa, pero lo más importante es la fuerza mental de seguir en pie, seguir la lucha que se fue a dar a kilómetros del hogar sin saber a lo que te estás enfrentando.
Ya terminada la competencia esa sensación de grandeza personal y la sonrisa de felicidad no la borrará nadie en un buen tiempo, muchos recordaremos Épica Gaes como una carrera durísima digna de realizar en sus 6 etapas, donde pones en desafío tus capacidades físicas, de supervivencia, psicológicas y fuerza mental.
Objetivo único llegar a la meta
Viviana Sáez / MTB
Viviana Sáez na linha de chegada © nativoprod.com